Creía que con el tiempo todo esto sería más sencillo, ¡pero que ilusa que fui!
Me he acostumbrado a no pensar en ello, en realidad, cada día hago mil esfuerzos por no pensar en ello. No pensar en nosotros, en nuestros recuerdos, en nuestra vida, lo que es ahora y lo que será...
No me gusta admitir esto, pero es así. Cuando estoy en la universidad, en casa, estudiando y me viene un pensamiento tuyo, vuestro, intento apartarlo. Porque como ponga mi mente a funcionar sé que va a doler demasiado, darme cuenta de que no estás aquí. No estáis aquí, conmigo.
Llevamos cinco años luchando por esto, contra las personas, contra la distancia, contra nuestros propios sentimientos. Lo único que nos ha mantenido a flote todo este tiempo era la esperanza, de volver a vernos, de poder algún día estar juntos. Dios... cuantas veces habré soñado con ello.
Y ahora estamos a unos meses de conseguirlo, por fin. Pero por alguna extraña razón no puedo estar completamente feliz. Aun debo estar unos meses más separada de tí, y me duele con tan solo pensarlo. No me imagino volviendo al principio, no podría soportarlo.
Me encantan esos minutos del día en el que podemos hablar, aunque últimamente ni tu ni yo hayamos estado en nuestro mejor momento porque por un lado me hace sentir la persona más feliz, pero por otro me recuerda que seguimos estando lejos.
A veces me siento mal conmigo misma por intentar apartarte de mis pensamientos. Es un mecanismo de defensa y sé que tu también lo haces, pero no puedo evitar sentir que te estoy dando de lado.
Luego me vuelvo loca pensando en todo eso que vamos a poder llevar a cabo juntos, lo que hemos conseguido, y me siento feliz. Me hace feliz saber que vamos a ser felices, porque sin duda sé que lo vamos a ser. Entonces me pongo a pensar, planes, pisos, regalos de cumpleaños...
Te echo de menos.
TE ECHO MUCHÍSIMO DE MENOS.
Pero este es el final. No digo que luego no tengamos que luchar otras batallas, pero creo que ninguna será como esta porque estaremos juntos. Así que tenemos que ser fuertes, por lo que nos queda. Por que no nos queda nada. No sé si te lo estoy diciendo a ti o me lo digo a mi misma, pero te quiero. Te echo muchísimo de menos. Pero ya hemos ganado, no nos queda nada. Así que debemos ser fuertes durante un par de meses más, luego te prometo que por fin estaremos juntos, porque este tan solo es el principio de nuestra vida. Te amo.